No podemos obviar que, aunque las emociones sean parte de nuestra vida, saber regularlas es clave para dar forma a una realidad más satisfactoria y creciente en oportunidades. Aprender a pensar de forma diferente y cambiar de actitud hacia ciertas personas, ideas, situaciones u objetos no es tarea fácil, lo sabemos. No lo es porque nadie llega a este mundo sabiendo qué son y cómo controlar las emociones.
La gestión emocional es un aprendizaje personal, de ahí que tengamos que hacernos con nuestra caja de herramientas personalizada. La gestión emocional es un proceso multimodal que opera tanto en lo cognitivo, lo fisiológico, lo filosófico, como lo conductual, para que nuestra parte emocional armonice en un mismo propósito: ofrecernos bienestar, calma y mejores enfoques mentales.
La gestión emocional es la capacidad de afrontar las emociones de forma apropiada. Una buena gestión emocional nos lleva a una buena salud emocional. La OMS define la salud emocional como “el bienestar por el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.”