Filosofía para tiempos heroicos. Día 4.
“Todos los dolores y sufrimientos se pueden sobrellevar si los contamos en una historia o escribimos una historia sobre ellos”.
El impacto del coronavirus dejará secuelas postraumáticas tan grandes como una de las peores guerras que hayamos vivido. Según los expertos, cuando la pandemia se haya acabado, tardaremos entre 3 y 6 meses en volver a la normalidad psicológica y emocional. Y posiblemente. quienes más las lleguen a sufrir sean los enfermos del covid-19 y sus familias, así como quienes están en primera línea de trincheras frente contra esta pandemia: todos los profesionales de la salud, sin excepción alguna, que todos los días se juegan la vida tratando de ayudar a los pacientes de diversa índole que están hospitalizados o que acuden a las urgencias.
Además, también nos dejará secuelas a todos los que estamos encerrados; algunas más, probablemente, a quienes están viviendo estos días tan traumáticos en rigurosa soledad. Todo dependerá de nuestra capacidad de resiliencia o de nuestra capacidad para vencer a la adversidad. Dicha capacidad se puede entrenar y ese es el objetivo de este escrito.
Cuantas más noticias vemos estos días, más se nos inocula el virus del miedo y del estrés. Los medios de información, televisiones, plataformas de internet y los móviles están haciendo de esta pandemia un espectáculo increíble, como nunca antes había visto la humanidad. Ya llevamos semanas siendo bombardeados por tanta información. Tanta, que lo realmente difícil es no estar hipocondríacos perdidos.
La paradoja de tanto exceso de comunicación es que cuantos más conocimientos tenemos sobre el covid- 19 más hipocondriacos nos volvemos. Es directamente proporcional. No obstante, esta pandemia no es fruto de nuestra imaginación, sino que la cosa va muy en serio. En efecto, nos tenemos que tomar las recomendaciones de guardar la distancia de seguridad y de lavarnos las manos constantemente como la mejor medicina. Es decir, más vale que nos pasemos de hipocondríacos que llegar a contagiarnos por ser unos irresponsables ante este formidable enemigo invisible.
Los profesionales de la salud están sufriendo un doble y terrible estrés. Por un lado, el estrés debido a un gran cansancio físico, ya que son pocos, enfrentándose a un adversario tan formidable y porque no hay manera de que puedan descansar ante tal desbordamiento. Son dantescas las imágenes de multitud de médicos y enfermeras sin el material de trabajo necesario como mascarillas, batas especiales, guantes y gafas protectoras… Por no hablar de la falta de espacio en los hospitales y de respiradores que puedan salvar las vidas de los pacientes. Sus bajas no se cubren a tiempo. Cada vez son menos y están más debilitados.
A todos los profesionales de la salud en particular, y a las fuerzas de seguridad del estado, a la gente que tiene abiertas sus tiendas para que podamos comprar alimentos, al ejército, a los bomberos, a los agricultores y ganaderos, en general, habría que catalogarlos de héroes por su entrega llena de empatía y solidaridad. Uno de estos héroes al que desde aquí aprovecho para rendirle un sentido homenaje, es mi amigo Xavier Muntaner. Una persona admirable y un gran jugador de hockey, que está confinado en Igualada y está yendo a trabajar todos los días al supermercado familiar sin poder descansar ni siquiera un rato. Un auténtico fuera de serie cuidando a sus padres y a otros familiares que están con fiebre desde hace alguna semana… ¡Estamos contigo “Munta”! ¡Siempre!
MIS RECOMENDACIONES PARA FORTALECER LA RESILIENCIA Y VENCER A LA ADVERSIDAD SON LAS SIGUIENTES:
LA PRIMERA consiste en prestar atención a las noticias dos o tres veces al día, como mucho y durante un tiempo breve. Si no lo hacéis así os vendréis abajo porque todavía no hemos llegado a lo peor. Está demostrado, desde hace tiempo, que el exceso de noticias desagradables debilita nuestro sistema inmunitario.
LA SEGUNDA es que os alegréis por estar vivos, tanto vosotros como vuestra gente, cada día que pase. Fortalece muchísimo nuestro sistema emocional. Día a día, esta especie de cautiverio que nos han impuesto con la mejor de las intenciones, se nos irá haciendo mucho más liviano y ligero.
LA TERCERA incide en que llevéis un diario donde podáis escribir todo el estrés, rabia, agobio, miedo, incertidumbre y lo que sea que estéis sintiendo durante este confinamiento. Ayuda a dormir mejor, rebaja los niveles de adrenalina y cortisol en la sangre, mejora el sistema inmunitario y os hará más resilientes (resistentes o fuertes) ante esta guerra sin cuartel en la que estamos inmersos. Isak Dinesen es la protagonista del film “Memorias de África” y fue galardonada con el premio Nobel de literatura. Escribía para liberarse de todos sus dolores y sufrimientos, como la gran mayoría de las personas que escriben por necesidad…
LA CUARTA es practicar la solidaridad y la empatía. Las guerras se ganan siempre en la retaguardia, y para ello, tenemos que estar bien para seguir sosteniendo y animando a quienes están combatiendo en el frente. En este sentido, necesitamos estar bien de empatía. Una fuerza tan poderosa para la unión entre los humanos como lo es la fuerza de la gravedad para tener unido a todo el universo. Se trata de una fuerza (la empatía) que no se ve, pero que podemos sentirla en cada una de nuestras células. Todavía estamos perdiendo alguna batalla, pero vamos a ganar esta guerra con solidaridad y empatía, no tengáis ninguna duda.
LA QUINTA es que les digáis, sin ningún tipo de tabú o vergüenza, a todas las personas que realmente os importan que las queréis y que las amáis. Las expresiones de amor pueden darse a través de los cuidados, y por lo tanto, no siempre tienen que ser verbales. Pero, sean de la índole que sea, no os canséis de usarlas ya que estos días son tan necesarias como respirar…
Avicena, el gran médico y filósofo padre de la medicina moderna, (coprotagonista en la novela y película “El médico”) decía lo siguiente: “La imaginación es la mitad de la enfermedad, la tranquilidad es la mitad del remedio, y la paciencia es el primer paso hacia la cura”. ¿Qué tal si le hacemos todo el caso del mundo?
Por favor, compartid este escrito. ¡Seguimos!
MIGUEL HERRADOR
COACH Y MÁSTER EN TERAPIA BREVE
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